Un informe de Fundación Deloitte, Asociación Española de Fundraising y Fundación Lealtad, que analiza la estructura y perspectivas del tercer sector.
El Tercer Sector en España concentra más de medio millón de puestos de trabajo, con unos ingresos que representan el 1,41% del Producto Interior Bruto (PIB) en proyectos de acción social. Este es uno de los principales datos que arrojó la tercera edición del Barómetro de Entidades no Lucrativas en España en 2022.
Un 57% de las Entidades No Lucrativas (ENL) consultadas para la edición de 2022 indicó que cuenta con menos de un millón de euros anuales de presupuesto, hecho que les dificulta impulsar nuevos proyectos para mejorar la vida de las personas.
Por su parte, la mayoría de las organizaciones del Tercer Sector en España cuenta con menos de 10 empleados, y las entidades muy grandes (que tienen más de 25 millones de euros de presupuesto), que solo representan el 6% del total de la muestra, tienen una plantilla de más de 250 colaboradores.
Panorama de las entidades no lucrativas en 2022
Las entidades no lucrativas, a pesar de la incertidumbre actual, se mostraron optimistas frente a los ingresos, tanto los particulares como los de las organizaciones, y un 64% espera que sus ingresos aumenten durante 2022, lo que supone casi 10 puntos porcentuales más que lo publicado en la encuesta de hace un año. Asimismo, las organizaciones creen que los fondos públicos también aumentarán (un 49% lo cree).
En materia de gastos, la ejecución de programas canaliza el 71% del total, seguida del área de estructura y gestión, que supone un 19% del total del presupuesto. La comunicación y marketing implican un 9% del total de los gastos anuales.
Por otro lado, solo una de cada cuatro entidades espera recibir capitalización por parte de los Fondos Next Generation.
El Barómetro pone en valor la labor del Tercer Sector y su aportación a la actividad social, económica y laboral. En la edición de 2022, Fundación Deloitte, la Asociación Española de Fundraising y la Fundación Lealtad pusieron el foco en la calidad del talento en este sector. Para este análisis se ha tenido en cuenta información de 133 entidades no lucrativas y 268 panelistas que participaron de la edición del Barómetro de Empresas en enero de 2022.
La realidad del trabajo en el Tercer Sector
Más allá de los datos cuantitativos, la importancia del sector radica en la alta formación y especialización de sus colaboradores.
Con el repliegue de la pandemia, un 56% de los empleados de las entidades no lucrativas ha vuelto a la oficina, un 25% se adaptó a un modelo mixto y solo un 19% optó por el teletrabajo de forma permanente.
Las áreas con menos empleados son los departamentos de comunicación, marketing y captación de fondos, y representan solo un 15% del total promedio de las plantillas. No obstante, cuanto más grande es la entidad, más se invierte en estas partidas. Las organizaciones con más de 25 millones de euros de presupuesto tienen hasta un 30% de su plantilla dedicada a la comunicación y el marketing.
En materia de profesionalización, las ENL destacan por el excelente perfil de sus trabajadores. Un 86% de las compañías consultadas cree que sus colaboradores tienen las competencias necesarias para el desempeño de sus funciones y un 97% aseguró que sus organizaciones realizan programas de formación y actualización constantemente.
En cuanto al género de los profesionales, el Tercer Sector está dominado por mujeres, quienes ocupan el 79% de todos los puestos del staff y el 65% de los equipos directivos. En cuanto al patronato, la participación femenina es de un 48%.
Los perfiles más demandados son los de captación de fondos y gestión de subvenciones, seguido de expertos digitales y profesionales que midan el impacto de las iniciativas.
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